L a Navidad
es una de las celebraciones más tradicionales del calendario religioso,
marcado por ceremonias y reuniones familiares. Las ciudades se preparan para esta época de
manera muy especial y, si bien la Navidad sigue teniendo algunas reglas básicas en
cuanto a su tradición, lo cierto es que la celebración difiere de un país
a otro. Rumbo, la agencia de viajes on-line líder en ventas según IATA,
ha seleccionado las tradiciones más típicas de Francia, Portugal, Italia, Reino Unido, Grecia
y Alemania. Conviene conocerlas antes de elegir destino para la Navidad.
Francia empieza a vivir la Navidad a
principios de diciembre. Sin embargo, cada región tiene su propia manera de
celebrar estas fiestas, especialmente en lo que respecta a la gastronomía, que
varía de un lugar a otro. La tradición dicta que Père Noel y su ayudante Père Fouettard distribuyan los juguetes
para la Navidad. El ayudante es especialmente temido por los niños, ya que es
quien valora su comportamiento y decide si merecen una recompensa o no. En lo
que respecta a Nochebuena, se trata de una fecha muy familiar en la que se cena
pavo y tronco de Navidad (postre en forma de tronco).
En Portugal, el elemento que no falta en ningún
rincón de la Navidad es el fuego, símbolo del triunfo de la luz sobre las
tinieblas. Las celebraciones varían del norte (más fértil en leyendas y rituales
heredados de las tradiciones normandas de valquirias y druidas) al centro y sur
del país, donde los rituales católicos están más extendidos. Los protagonistas
de la Nochebuena son el pavo y la quema de tocones de madera, pues existe la
creencia popular de que cuanto más grande es el tronco y más tiempo arde, mejor
será la cosecha del Año Nuevo. Como en España, se celebra la cena de Nochevieja y se toman 12 uvas
pasas en una fiesta aderezada con bolo
rei (roscón) y dulces fritos. En Madeira y Azores es costumbre sacrificar un
cerdo en vísperas de Navidad para elaborar suculentos platos, Lisboa se llena de
luces, adornos, felicitaciones y música y Oporto conjuga la Navidad con la
celebración de su tradicional Festival de Marionetas.
En Italia hay que destacar la cultura de visitar
los nacimientos y belenes. Las representaciones del belén son muchas y variadas
y están repartidas por todas las ciudades, pero si tuviésemos que destacar una,
sin duda sería Nápoles. La característica principal del belén napolitano es que
cuenta entre sus figuras, además de las clásicas, a personajes famosos, con
frecuencia caricaturizados, tanto del pasado como de la actualidad. Pero si
visitamos la capital, Roma, la ruta desde el mercado de la Piazza Navona incluye
las principales iglesias y sus belenes. Además, todas las calles y plazas están
iluminadas con adornos de Navidad que ayudan a crear un ambiente muy
especial.
Los ciudadanos de Reino
Unido tienen por costumbre colocar adornos en la
puerta de casa realizados con ramas de pino, acebo y muérdago, adornados con
cintas de colores rojas y plateadas. Los británicos también suelen mostrar todas
las cartas de felicitación recibidas de amigos y familiares, colgadas en una
pared cerca del árbol de Navidad. Según la tradición, los coros populares llaman a la puerta de las casas y cantan
villancicos a cambio de pequeñas donaciones para obras de caridad. En
Nochebuena, no se acostumbra a hacer la cena de Navidad. La celebración es para
el día siguiente. La mañana de Navidad está reservada para a abrir los regalos,
estar con los seres queridos y desear a todos Feliz
Navidad.
Grecia, a pesar de ser un país cristiano, es
ortodoxa. En la víspera de Navidad los niños van de casa en casa cantando
villancicos a cambio de golosinas, frutos secos y regalos. La celebración de la
Navidad en Grecia es bastante sobria, sin árbol de Navidad, luces u otras
manifestaciones festivas. Sin embargo, la cena del 24 de diciembre es muy
abundante e incluye variedad de frutas, christopsomo (pan de Navidad), cordero,
pescado y –por influencia de otros países –también pavo aderezado con tomate,
aceitunas y aceite de oliva. No hay reparto generalizado de regalos ese día. La
figura típica de la Navidad griega es San Basilio, el santo más popular de Asia
Menor. Él es quien distribuye regalos a los niños el 2 de enero, día de San
Basilio.
En Alemania la celebración comienza el 6 de
diciembre con la visita de San Nicolás, llamado también Santa Klaus. Según la
leyenda, el santo visita los hogares y reparte manzanas, nueces y caramelos
entre los niños que se han portado bien. Se celebra una cena especial el día de
Nochebuena, pero es rápida y sencilla, más parecida a una reunión de amigos y
familiares que a un gran ágape. Tras la cena, los niños se reúnen a cantar hasta
que una campana anuncia la hora de abrir regalos. En la tarde del 31 de
diciembre, los alemanes celebran la fiesta de San Silvestre en las calles, donde
se come, se bebe y se hacen predicciones para el futuro. A medianoche hay fuegos
artificiales que, según la tradición, ayudan a ahuyentar a los malos
espíritus.
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