Conocer
ciudades históricas, visitar lugares con encanto y recorrer playas paradisíacas
son actividades placenteras para cualquier persona y a cualquier edad, pero a
veces las barreras arquitectónicas ensombrecen las vacaciones de las personas
con discapacidad funcional. Para ayudarles a sortear cualquier hándicap, Rumbo
ha seleccionado seis playas accesibles en la costa española con servicios
adaptados (aparcamiento, duchas, pasarelas, WC adaptados, rampas, sillas
anfibias…) y hoteles de · y
4* especialmente habilitados
desde 51 euros/habitación doble. Una sabia elección
Cala
Barques, en
Pollença
(Mallorca),
es una playa casi virgen y muy limpia, con una zona de rocas en los laterales.
El acceso, aunque escondido, está facilitado por pasarelas y rampas que permiten
la entrada de sillas de ruedas. También hay sillas anfibias para el baño. Es una
playa frecuentada especialmente por los lugareños y por deportistas que
practican escalada en sus inmediaciones y entretienen a los bañistas. Tranquila
y serena, es un buen lugar de descanso.
La
playa de Cabanyal, en Valencia,
es una de las mejor dotadas en infraestructuras para personas con discapacidad
funcional. Además de los servicios más tradicionales para este colectivo
–aparcamientos especiales, muletas y sillas anfibias, pasarelas,… -en esta playa
existe personal específico de apoyo, servicios auditivos, así como grúas y
elementos de flotación para quien lo precise. Situada al sur de la playa de La
Malvarrosa, es una zona de gran afluencia de visitantes durante todo el año, con
arena fina y juegos para niños, lo que ofrece posibilidades de entretenimiento
para todos.
La
Playa de los Bateles, en Conil
de la Frontera (Cádiz),
es una de las más concurridas de la zona por su cercanía y fácil acceso. Cuenta
con pasarelas de acceso, vigilancia por socorristas y chiringuitos. Su arena es
fina y dorada, con una playa amplia de arena limpia y oleaje moderado. Cuando
sopla el levante, mayores y pequeños se entretienen volando cometas. En la
desembocadura del río Salado se puede practicar windsurf y kitesurf… o
entretenerse viendo a los deportistas.
En
Málaga,
La Malagueta
(al este de la ciudad) es una playa urbana de arena oscura situada entre
el Puerto y la playa de La Caleta. Su tamaño (unos 1.200 metros de
longitud y unos 45 metros de anchura media) y su proximidad a la capital la han
convertido en un lugar de encuentro muy popular, frecuentada durante buena parte
del año y dotada con toda clase de servicios.
Las
playas de Arrecife y Tias Yaiza, en Tenerife,
también cuentan con servicios especiales y destacan por su accesibilidad. Al
sur, en la zona de El Rubicón, se instaló el primer asentamiento europeo de las
Islas Canarias en 1402 y desde este lugar se inició la conquista del
Archipiélago. Yaiza se encuentra en el borde del área volcánica cuya erupción en
1730 y 1736 dio origen al Parque Nacional de Timanfaya.
La
Playa de Amadores, en la isla
de Gran Canaria,
es un lugar tranquilo y sereno, con buen tiempo todo el año y vistas al océano.
Situada en una enorme bahía al resguardo de las corrientes oceánicas, presume de
aguas tranquilas y cristalinas. Los juegos de pelota y la
música alta no están permitidos en la playa, donde la arena blanca brinda unas
condiciones perfectas para que los niños pequeños puedan jugar con seguridad. La
amplia oferta de bares y restaurantes permite elegir refrescos, tapas y platos
de marisco.
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