Ya
hace unos meses que la siempre polémica Ryanair, tan aclamada como
odiada por los usuarios de las aerolíneas de bajo coste, introduce poco a
poco mejoras en sus vuelos.
Publicado en el 11/02/2014 19:12 en Viaje, Turismo
Tal vez la compañía capitaneada por el mediático Michael O’Leary tomó la decisión impulsada por el hecho de que, año tras año, se convierte en una de las aerolíneas con más quejas y reclamaciones de los pasajeors; o quizás influyó el hecho de que el año pasado se coló en el top 100 de las empresas peor valoradas del Reino Unido.
Sea como sea, con su trato al cliente y sus agresivas políticas de cobrar por todo
y cada vez más, la aerolínea había empezado a saturar a los pasajeros.
Ello, sumado a una supuesta campaña de desprestigio orquestada por los
medios de comunicación, comenzaba a hacer mella en la reputación de la
aerolínea. Por eso, desde hace un tiempo, Ryanair implementa mejoras
para lavar su imagen. Desde finales del año pasado, cuando compras un
billete a través de la página dispones de 24 horas para cambiar el
nombre o los detalles del pasajero sin tener que pagar un suplemento, al
contrario de lo que sucedía antes. Además, ahora se permite a cada pasajero transportar un segundo bulto de mano pequeño
(de tamaño igual o inferior a 35x20x20), una de las medidas más
demandadas por los viajeros, que hasta ahora solo podían subir un bulto
de medidas muy estrictas a la cabina del avión.
También se efectuaron cambios en el suplemento por impresión de la
tarjeta de embarque: ahora, si haces la facturación en línea en casa
pero olvidas imprimir la tarjeta, hacerlo en el aeropuerto te costará 15 euros, frente a los altísimos 60 euros
que costaba ese sencillo paso hace unos meses. Facturar una maleta con
Ryanair también es más barato ahora: hace unos meses costaba 60 euros,
mientras que hoy en día cuesta 30 euros.
Tras la introducción en los últimos meses de todas esas medidas, a
partir del 1 de febrero Ryanair presenta una nueva mejora. Ahora, todos los vuelos de la aerolínea tienen asientos numerados.
Si quieres elegir un asiento en particular, tendrás que pagar un
suplemento, que aumenta o disminuye en función de la fila. Pero, si
prefieres no pagar, el sistema te asigna un asiento al azar para evitar
las carreras que se producían en la puerta de embarque entre los
pasajeros para coger asiento. ¿Lograrán estas nuevas medidas lavar la
imagen de Ryanair?
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